Si se toma como referencia el precio que barajó el anterior ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, como el de aplicación más probable, 400 pesetas, y el número de visitantes recibido por los museos de titularidad pública en 1993, se puede deducir que la recaudación permitiría sufragar buena parte de los gastos de éstos, que ahora dependen de unos exiguos presupuestos.

Por ejemplo, el año pasado el Mseo del Prado recibió un millón y medio de personas que, a 400 pesetas cada una, habrían reportado unos 600 millones de pesetas, lo cual supondría casi un tercio de los 2.100 millones que tuvo de presupuesto la pinacoteca en ese período, de los 11.288 millones destinados a museos estatales.

Otro ejemplo, ya puesto en práctica, es el Museo Thyssen, que desde su apertura al público en octubre de 1992 cobra 600 pesetas de entrada a españoles y extranjeros. Esto no ha impedido que en 1993 tuviese 700.000 isitantes, y que con el dinero recaudado por las entradas y las ventas de la tienda-librería se sufragasen el 85 por ciento de los gastos totales de mantenimiento y personal.

El director gerente del museo, Julián León, explicó a Servimedia que cada visitante gasta un promedio de 500 pesetas en la entrada (teniendo en cuenta las tarifas especiales y precios reducidos a escolares, ancianos y grupos), otras 500 pesetas en la tienda y 45 pesetas más en otras dependencias, como la cafetería.

El númerode visitantes al Centro de Arte Reina Sofía en 1993 fue de 1.194.000, que podrían haber dejado unos 477 millones. El Museo Sefardí de Toledo, con 203.000 visitantes, podría haber recaudado 81 millones, que habrían venido muy bien para financiar la restauración a la que ha sido sometido recientemente.

Todas estas cifras son orientativas, en el supuesto de un precio uniforme de 400 pesetas. Es posible que no todos los museos apliquen esa tarifa, que podrá ser superior en los centros más importantes, com el Prado y el Reina Sofía, e inferior en museos periféricos. Tampoco contempla esta valoración la posibilidad de aplicación de tarifas especiales, ya sea en días concretos o a colectivos determinados.