Según informó a Servimedia un portavoz de la pinacoteca, este año no se repetirá la experiencia porque la dirección estudia actualmente una forma de extender esta ampliación de horario a todo el añono dejarla sólo para el verano.

El año pasado, el Prado abrió sus salas los domingos de julio y agosto hasta las siete de la tarde, como resultado de un acuerdo suscrito con la Comunidad de Madrid, que se encargó de sufragar el elevado coste de personal que entraña esta medida.

El Ejecutivo regional decidió así atender la demanda de los tour-operadores turísticos, que se quejaban de que los extranjeros de paso por Madrid no podían visitar durante los domingos por la tarde el museo más importantede España.

La iniciativa resultó un éxito. De hecho, aunque durante todo el año 2001 el Prado perdió visitantes respecto a la temporada anterior, registró más visitantes en los meses de verano, lo que la dirección atribuye a la ampliación del horario.