EL MUSEO DEL PRADO MUESTRA POR PRIMERA VEZ LOS DIBUJOS ITALIANOS DEL SIGLO XVIII QUE GUARDABA

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Cultura, Jorge Semprún, inauguró hoy la exposición "Dibujos italianos del siglo XVIII", con la que los responables del Museo del Prado quieren mostrar al público, por primera vez, una parte representativa de estas obras.

La mayoría de los 500 dibujos que componen esta antología proceden de las colecciones reales que han surtido los fondos del museo desde que se inauguró, y, en mayor medida, de la colección privada de Pedro Fernández Durán, que las cedió al Prado en 1930.

La subdirectora del Museo del Prado, Manuela Mena Marqués, es la responsable de la exposición y la autora del catálogo, de 545 páginas que recoge la identificación de los dibujos y comentarios sobre los artistas y sus obras.

"Los trabajos previos a la exposición han sido muy pesados", explicó Manuela Mena, que ha trabajado en ella durante doce años, "porque muchas de las obras carecían de ninguna seña de identidad, o tenían datos voluntariamente falseados".

La falta de rigor de muchos pintores a la hora de enumerar su producción no pictórica se presta a que infinidad de artistas menores firmen sus dibujos como "Buonarotti" o "Lcas Jordán", con la esperanza de revalorizarlos.

Manuela Mena ha logrado, después de múltiples consultas con expertos de varios países, fichar las piezas y comprobar su autoría, desconfiando de la firma del dibujo y atendiendo a otras referencias como la escuela, el estilo de trazo o las preferencias para plagiar a un pintor determinado.

Un caso representativo es el del boloñés Giacomo Rossi, que con frecuencia pretende hacer pasar sus dibujos por bocetos de Rafael. En buena parte de ellos figuraescrita a lápiz la frase "non lo credo" junto a la firma "Raffaele".

AUTORES DE ESCASA RELEVANCIA

Otra de las dificultades para la catalogación fue, según Mena, la escasa relevancia de muchos de los autores, de los que, a excepción de Tiépolo y algunos otros, no había ninguna reseña en la reducida bibliografía existente sobre el tema.

La exposición está ordenada cronológicamente por artistas y se ha clasificado por las escuelas: la Academia Clementina de Bolonia, la de Venecia, la de Roma y la e Nápoles, además de varias obras de autores anónimos adscritos a alguna de las anteriores.

La principal característica común en todos los autores representados era la movilidad, en una época en que proliferaban las pequeñas cortes por toda Europa, y los artistas, como se refleja en las memorias de Giacomo Casanova, viajaban mucho para ponerse al servicio de una u otra.

En cuanto a los dibujos, abundan los bocetos de escultura y pintura, las prácticas de academia con un modelo y las copias de otrs obras de autores más renombrados.

Según Manuela Mena, "el 95 por ciento de las piezas están muy bien conservadas, gracias al buen montaje original sobre cartulina dura y a la conservación en armarios de madera perfumada contra los insectos".

A pesar de esto, en algunas de las obras se aprecian las consecuencias del paso del tiempo, como el cambio a marrón de los trazos en tinta negra o el palidecimiento del color del papel. En otros casos, las manchas de pintura o pigmento sobre el dibujo reveln la procedencia del taller del artista.

El catálogo, presentado también hoy, es el séptimo volumen de una serie con la que el Museo del Prado pretende revisar la totalidad de sus fondos, muchos de ellos, como ocurría con estos dibujos, inéditos hasta ahora.

(SERVIMEDIA)
23 Ene 1991