El pintor, que residía en la villa guipuzcoana de Zumaia, debió conocer a José María de Huarte, comandante jefe del denominado bando nacional, en la plaza de Zarautz.

De Huarte fue marqués consorte de Valdeterrazo y de los Antrines, con Grandeza de España. Antes de contraer matrimonio era caballero de la Orden de Malta y había recibido numerosas condecoraciones y distinciones honoríficas.

Fue autor de diversas publicaciones entre las que destaca "El Nobiliario del Reino de Navarra. Nobleza Ejecutoriada en los Tribunales Reales de Corte y Consejo de Navarra (1519-1832)".

Desde el año 1927 al 1936 el comandante ocupó el cargo de archivero jefe del Archivo Real y General de Navarra.

De Huarte aparece en el cuadro de cuerpo entero y ligeramente girado, vestido con el hábito de la Orden de Malta y tiene el brazo izquierdo flexionado y apoyado en la cadera. Su figura, muy estilizada, marca una clara línea vertical en el lienzo.

El cuadro es un retrato de composición clásica. Los trazos de su pincel marcan el perfil del retratado sobre un fondo neutro, sin elementos que distraigan la mirada del espectador.

La obra se mostró en las exposiciones de Londres de 1938, Bilbao en 1939 y Zaragoza en 1946.