EL MUSEO INTERACTIVO QUE PROHIBE NO TOCAR RECIBIO 250.000 VISITANTES EN SUS SEIS PRIMEROS MESES

LA CORUÑA
SERVIMEDIA

Doscientas cincuenta mil personas visitaron en La Coruña el museo interactivo La Domus, conocido como La Casa del Hombre, desde su inauguración el pasado 9 de abril. En agosto, el 10 por ciento de los visitantes fueron extranjeros.

A diferencia de otros centros culturales, la Casa del Hombre incita explícitamente a los cuiosos, a percibir con todos sus sentidos todo lo que allí se expone, ya que "se prohibe no tocar".

Al finalizar el año, se espera que el número de asistentes rondará los cuatrocientos mil, una cifra que convertirá a la Casa del Hombre en el segundo museo más concurrido de España, después de El Prado.

Muchos de los asistentes se integran en las visitas en grupo organizadas en su mayoría por centros de enseñanza. Desde que se abrió el período de reservas para grupos, el 15 de septiembre pasado, se an recibido ya 800 solicitudes, que llevarán a la Domus unos 55.000 alumnos. Según su director, Ramón Nuñez Centella, cada día se recibe una media de cuarenta solicitudes de reserva.

Algo más de doscientos módulos diferentes se distribuyen por el museo, que recibe al visitante con el lema "Conócete a tí mismo", redactado en varios de los más de 5.000 idiomas que conforman la cultura humana. Preside el vestíbulo una inmensa reproducción de la Gioconda, cuya insinuante sonrisa está formada por diez mil onrientes fotografías de otras tantas personas que enviaron su retrato para la ocasión desde los cinco continentes.

Una vez dentro de monumental recinto, construido por el arquitecto japonés de prestigio internacional Arata Isozaki, los curiosos son incitados a tocar y jugar con cada módulo. Títulos tan sugerentes como el citado "Prohibido no tocar", " Cuestión de cachas", o "los "Restos de babel" invitan permanentemente a la sugestión, al juego, al aprendizaje y a la diversión.

Ramón Nuñez señal que "tenemos la necesidad de educar y debemos acoger las nuevas formas para hacer la comunicación más atractiva, lúdica y pedagógica". Para ello se distribuyen en el museo más de cien ordenadores que hacen posible, con los módulos a los que complementan, "una comunicación interactiva que fomenta la libre iniciativa y la motivación".

Es el caso del módulo "Veni, Vidi, Bici" que, con este juego de palabras, incita a montar una bicicleta y sorprende con un inusitado acompañante, sin carne pero con hueso que pedalea al lado del visitante.

(SERVIMEDIA)
07 Sep 1995
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