La misma decisión ha adoptado Mélanie Marie Tarrier, hija de Michel Raymond, que hace 12 años nació en Toulouse y que pese a su corta edad intenta buscar una explicación a la decisión del Gobierno francés y no la encuentra.

Raymond Tarrier reparte el tiempo durante todo el año entre Toulouse y la localidad malagueña de Mijas, donde se encontraba cuando el pasado día 6 se produjo en Mururoa la explosión nuclear.

El reinicio e los ensayos nucleares provocó la decisión de Raymod Tarrier y su hija de renunciar a la nacionalidad francesa. El día 7 escribieron al consulado de Francia en Sevilla comunicándolo y aclarando que esta postura estaba motivada por la "falta de ética, de conciencia y de fraternidad totalmente condenables" que atribuyen al Gobierno de su país.

Michel Raymond Tarrier declaró a Servimedia que todos los franceses deberían renunciar a su nacionalidad para presionar al Ejecutivo galo y obligarle a desistir e su intención de continuar con las pruebas nucleares.

Sin embargo, la renuncia a la nacionalidad no resulta sencilla. El consulado de Francia en Sevilla no tardó en dirigirse a padre e hija para hacerles saber que esta decisión tiene un carácter definitivo.

Raymond Tarrier ha entablado contactos con las autoridades españolas para intentar que le doten de algún documento que le permita circular por la Unión Europea, y así cumplir su deseo de entregar en el consulado toda la documentación que le aredita como francés.