El cuerpo sin vida del aristócrata fue trasladado desde el depósito del Hospital Comarcal de la Costa del Sol hasta el Parque de la Constitución sobre las cuatro y media de la tarde, en un cortejo fúnebre escoltado por una dotación de policías municipales motorizados. El cuerpo de Jaime de Mora y Aragón será velado durante toda la noche y hasta las 11,30 de la mañana, hora en la que comenzará un acto litúrgico en la Iglesia de la Encarnación de Marbella, desde donde sus restos partirán hacia el Parque Cementerio de Málaga para ser incinerados.

Mañana será día de luto en la ciudad marbellí y desde esta tarde las banderas de los organismos oficiales ondean a media asta por expreso deseo del alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil.

Los responsables municipales deMarbella esperan que a primera hora de la noche llegue hasta el velatorio la reina Fabiola de Bélgica, hermana del difunto, con quien había mantenido una estrecha relación desde la muerte del rey Balduino.

Jaime de Mora y Aragón había mantenido en los últimos años una intensa vida social, siendo prácticamente inimaginable una fiesta noctura en Marbella sin su presencia. No obstante, los achaques de la edad fueron paulatinamente relegándole a un segundo plano.

Algunos amigos del aristócrata señalaon hoy que Jaime de Mora regresó ayer de la Costa Azul francesa, donde participó en la fiesta de cumpleaños del magnate árabe Adnan Kashogi, ex asiduo de Marbella y conocido traficante de armas, con quien trabajó durante más de diez años como secretario y relaciones públicas.

Poco después de llegar a su casa en Marbella, se sintió indispuesto y tuvo que ser trasladado con urgencia al Hospital Comarcal de la Costa del Sol, donde los médicos le diagnosticaron un infarto agudo de miocardio.

RECUERDO EMCIONADO

Por el hospital desfilaron algunos de sus más íntimos amigos, como Espartaco Santoni, quien aseguró que "era un hombre que había vivido la vida intensamente"; Luis Ortiz, que recordó a Jaime de Mora "como el gran hombre de Marbella", y Alfonso de Hohenlohe, que se mostró muy emocionado.

Jesús Gil, que la noche antes del óbito había compartido pasaje de avión con Jaime de Mora, aseguró que el aristócrata se encontraba "con mucha ilusión y con muchas ganas de vivir". El alcalde marbellí conció a primera hora de la mañana la noticia de la muerte del aristocrata de boca de su primer teniente de alcalde, Pedro Román.

Jaime de Mora y Aragón deja tras de si todo un repertorio de anécdotas, marcado por el reinado de su hermana en Bélgica, sus papeles en el cine, su afición por la música y el piano y su pasión por la motos, lo que le llevó a organizar la concentración mototurística que cada año se celebra en Marbella.