Las empresas multadas, tras reconocer su participación en los hechos, son las cadenas de supermercados Sainbury's, Asda y Safeway, y las empresas lácteas Dairy Crest, Wiseman y The Cheese Company, según informa hoy la prensa británica.

La investigación se mantiene abierta en relación a otras firmas acusadas de las mismas prácticas, pero que no han reconocido haberlas realizado. Se trata de otras dos cadenas de supermercados, Tesco (la mayor del Reino Unido) y Morrisons, y de la fabricante de quesos Lactalis Mclelland.

Las multas impuestas son el resultado de una investigación de tres años sobre unas prácticas anticompetitivas que se prolongaron durante un periodo de dos años, 2002 y 2003. El sobrecoste para los consumidores de esas prácticas colusorias se elevó a 270 millones de libras (más de 370 millones de euros).

A las compañías sancionadas se les ha garantizado una sustancial rebaja en el importe de la multa que finalmente pagarán, por haber colaborado con las autoridades facilitando información.

Un portavoz de Sainbury's, firma sobre la que ha recaído una multa de 26 millones de libras esterlinas (36 millones de euros), manifestó que los acuerdos de precios se tomaron para ayudar a los ganaderos británicos tras un brote de fiebre aftosa registrado en 2001, razón por la que se mostró "decepcionado" con las sanciones.

Por contra, un portavoz de Tesco se ratificó en que niegan todas las acusaciones de la OFT contra ellos. "Actuamos independientemente y no hicimos pactos colusorios con nadie. Nuestra posición es diferente de la de nuestros competidores y la estamos defendiendo vigorosamente", subrayó.