Los trabajos típicamente femeninos, en esta década de final de siglo, son los que conllevan un contacto con la gente (pacientes, alumnos o clientes). En este sector trabaja el 66% de mujeres frente a un 51% de hombres.

El uso de ordenadores en la jornada laboral es más frecuente entre las mujeres (un 31%) que los hombres (26%). También las jornadas reducidas. Mientras que un 26% de las mujeres trabaja menos de 30 horas ala semana, sólo hay un 5% de los hombres empleados en esta situación.

El estudio indica que el número de niños que tiene una mujer regula su horario de trabajo. Un tercio de las mujeres con un hijo trabajan menos de 35 horas a la semana. Esta cifra se eleva a la mitad cuando se trata de mujeres con dos hijos. La relación entre el número de hijos y la jornada laboral del hombre es casi inexistente.