Según la central que dirige Cándido Méndez, la Ley de Igualdad y el acuerdo sobre atención a las personas dependientes favorecen fundamentalmente a las mujeres, al liberarlas de unas cargas que en el modelo familiar tradicional se les asignaban específicamente a ellas.

Además, la mejora de las pensiones mínimas también beneficia de forma especial a la mujer, ya que el 62% de los perceptores de estas pensiones en la modalidad contributiva y el 74% en la no contributiva son féminas.

Otros aspectos que repercuten de forma especialmente positiva en ellas son, según el sindicato, medidas como el reconocimiento de las pensiones de viudedad a las parejas de hecho o el compromiso de reforma del Régimen Especial de Empleados del Hogar.

UGT considera que los acuerdos sobre protección social avanzan hacia la igualdad de género, favorecen la conciliación de la vida laboral y familiar y promueven una mayor redistribución hacia las personas con menores rentas, especialmente mediante la mejora de las prestaciones mínimas, la mayor parte de las cuales son percibidas por mujeres.