El estudio "Niños y madres en prisión", elaborado conjuntamente por el departamento que dirige Juan Carlos Aparcio y el Munisterio del Interior, revela que el 51 por ciento de las reclusas tienen entre 3 y 5 hijos, y casi el 10 por ciento supera los 6 descendientes.

La edad media de los menores que viven con sus madres en la prisión es de 16 meses, y casi la mitad tienen un año o menos. El 63,7 por ciento de estos niños nacieron mientras su madre cumplía condena, y el resto entraron en la prisión después de nacer, la mayor parte de ellos antes de cumplir el año.

Este estudio señala también que la mayoría e las mujeres que conviven con sus hijos en la cárcel son españolas, solteras con relaciones generalmente estables y con una media de 29 años.

ANALFABETISMO Y EMPLEOS PRECARIOS

En cuanto a sus ocupaciones, antes de ingresar en prisión, el 29,8 por ciento de estas mujeres eran vendedoras ambulantes, el 9,9 por ciento empleadas de hogar, el 9,1 por ciento limpiadoras y el 6,6 por ciento lavanderas.

En la mayoría de los casos estos trabajos eran irregulares, ilegales o precarios, y un alto porcentje de estas mujeres vivía de subsidios, ayudas y pensiones recibidas en muchos casos de familiares cercanos o amigos.

En cuanto a su nivel de estudios, el 62 por ciento de ellas no terminó la enseñanza primaria, y más del 28 por ciento es analfabeta. Sólo el 20 por ciento de las reclusas finalizó el EGB, y apenas un 17,4 por ciento tiene el bachillerato.

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales informó asímismo de que en su reparto del 0,5 por ciento del IRPF para el periodo 1999-2000 subvencinó diez programas, con más de 66 millones de pesetas, entre los que destacan los dedicados a la formación e inserción laboral de reclusos, con especial atención a las mujeres.