El lema del programa en el que se enmarca el nuevo contrato social es "Compartir las responsabilidades familiares, el trabajo y el poder". En él se analizan los avances conseguidos por las mujeres en la última década y se constatan las diferencias que aún existen entre los dos sexos.

Asimismo, el programa presenta las propuestas para superar este déficit de participación igualitaria entre hombres y mujeres, que incluyen medida para compartir el trabajo doméstico y para lograr la igualdad de oportunidades en el empleo, en salario y en participación en la toma de decisiones.

Ese nuevo modelo de sociedad exige un contrato social hombres-mujeres que sustituya el principio de exclusión por el de la particiapción y corresponsabildad entre hombres y mujeres, y que precisa de la aportación de ambos sexos.

En su propuesta, la Federación de Mujeres Progresistas señala que el nuevo modelo debe pasar por compartir el trabajo dento y fuera de casa, por buscar fórmulas que mantengan la productividad y el bienestar, y por la adaptación del tiempo de trabajo a las necesidades familiares y a sus propias trayectorias personales.

Por otra parte, advierten de la necesidad de reconducir el proceso, "que históricamente ha venido operando en contra de los intereses de las mujeres", para evitar el riesgo de una vuelta atrás en los avances sociales alcanzados por las mujeres en las últimas décadas.

Las actividades que tiene previsto levar a cabo la Federación de Mujeres Progresistas incluyen una campaña de difusión y debate sobre el Nuevo Contrato Social. Asimismo, pretenden involucrar a todas las organizaciones de mujeres y comprometer a las organizaciónes políticas y sindicales, a instituciones públicas y medios de comunicación en la ejecución de medidas de acción positiva en favor de las mujeres, cada uno desde sus propias competencias.