Este grupo realizó un llamamiento para que las circunstancias y causasde la muerte de la mujer marroquí Fátima El-Meeiyani, de 33 años, hallada muerta y desnuda en la piscina de un chalé en Las Rozas el pasado mes de junio, sean totalmente aclaradas y debidamente comunicadas a sus familiares.

Según una prima de Fátima, Maliyani El-Hassania, la policía española se negó a proporcionarles información sobre si se había practicado la autopsia al cadáver y cuáles habían sido los resultados, en caso positivo.

El-Hassania aseguró que cuando fue a recoger los objetos personles a las dependencias policiales, en el bolso de su prima faltaba una agenda con direcciones y teléfonos de familiares y amigos.

La presidenta de "Sa-Adia", grupo creado el pasado 8 de marzo en el seno de la Asociación de Emigrantes Marroquíes en España (Aeme), afirmó que la muerte de esta mujer y la violación de otra marroquí de 30 años en la madrileña Casa de Campo por un presunto policía, después de pedirle la documentación, "no son más que la punta del iceberg de las agresiones racistas que llevaos soportando los inmigrantes".

Añadió Boudáaoui que es "aún peor la actitud de las autoridades españolas y marroquíes en España, que ven con indiferencia estos hechos".

Por su parte, el portavoz de la Aeme, Omar Jatabi, inscribió en el clima de racismo y marginación que padecen la muerte de un preso marroquí en el motín ocurrido esta semana en la cárcel de Herrera de la Mancha y la desaparición en Madrid de un menor marroquí de 16 años cuando se produjeron los secuestros de niñas, hace unos mese, sin que el caso adquiriera relevancia en los medios de comunicación.

En cuanto a la aplicación de la Ley de Extranjería y el plazo, que expira en diciembre, para que todos los inmigrantes regularicen su situación, Jatabi criticó que se hayan dado sólo seis meses para, que además incluyen la época veraniega.

También declaró el representante de Aeme que, a pesar de ello, en Madrid, Barcelona y otros lugares "céntricos" los extranjeros están encontrando asesoramiento, pero que en muchas regiones n siquiera se han enterado de la posibilidad de regularización.

Además, Jatabi denunció la poca colaboración que prestan los patrones para proporcionar la documentación laboral que exige la ley, situación que calificó de "mucho peor" en el caso de las mujeres, que mayoritariamente trabajan como empleadas de hogar.