or esas fechas, la pensión media de jubilación era de 81.333 pesetas, pero con una gran diferencia por sexos: 92.368 en el caso de los hombres y 58.682 en el de las mujeres, cantidad esta última sensiblemente inferior al salario mínimo, que en 1998 está fijado en 68.040 pesetas.

Dado el aséptico mecanismo de cálculo de las pensiones, esa notable diferencia no responde a ninguna discriminación por parte de la Seguridad Social, que se limita a tener en cuenta los años cotizados y las bases de cotización

Refleja, más bien, las diferencias entre los salarios por lo que cotizaron hombres y mujeres, tanto si esa divergencia es atribuible a que los hombres desempeñan una propoción mayor de puestos mejor pagados como a los casos de auténtica discriminación salarial por razón de sexo.

En todo caso, la modestia de las pensiones cobradas resulta particularmente significativa en los segmentos de jubiladas de mayor edad, si bien eso también ocurre en el caso de los varones.

A este respecto, los datosdel Ministerio de Trabajo indican que las jubiladas mayores de 85 años cobraban una prestación media de 45.306 pesetas (en el caso de hombres se situaba en 62.360).

A 1 de enero de 1998, la Seguridad Social contabilizaba 4.372.974 pensiones de jubilación, de las que 2.940.434 eran de hombres y 1.432.540 de mujeres.