Según informó "The Independent", el proycto es una de las opciones que barajan los servicios británicos de libertad condicional, con el fin de reducir la población femenina en prisión, que se ha duplicado en los últimos siete años hasta llegar a las 3.300 presas.

La directora del Fondo por la Reforma de la Prisión, Juliet Lyon, ha apoyado el programa por "permitir (a las mujeres) conseguir una formación real y esperemos un trabajo real". "Bajo nuestro punto de vista, muy pocas mujeres necesitan ser encarceladas".

En la iniciativa podrá participar las delincuentes que puedan ser condenadas a penas de prisión de hasta tres meses. Actualmente, la ley británica permite que en caso de cometer delitos menores, como robos o fraudes, se pueda elegir entre la cárcel o trabajos comunitarios.

Después del verano, los cursos de ordenador se impartirán en un centro universitario de Londres. Las mujeres podrán elegir entre aprender procesamiento de textos, hacer presentaciones por ordenador o maquetación, y deberán ir varias horas un día a la semna, durante seis meses.

Un informe del Fondo por la Reforma de la Prisión indica que un 45% de las féminas encarceladas en Gran Bretaña tienen hijos que dependen de ellas, y en un 25% de los casos son las únicas que pueden mantenerlos. Por otro lado, sólo un 13% de las reclusas ha cometido crímenes violentos.