En esta decimimoctava edición de la feria, que concluirá el próximo domingo día 27, se dan cita no sólo cuadros de distintas épocas, sino también muebles, esculturas, tallas, porcelanas, joyas, alfombras, marfil, plata y otras piezas únicas, algunas de valor incalculable y otras asequibles desde 5.000 pesetas.

La principal novedad de este año radica en la colaboración, por primera vez en su historia, con el Cabildo de la Catedral de Burgos, con el fin de contribuir a la protección y futurarecuperación de este templo.

Con este objetivo, Feriarte ha programado la celebración de una exposición paralela a la feria de parte de los tesoros catedralicios, integrada por doce piezas de variada naturaleza y estilo, fechadas entre los siglos XIV y XVIII, que se exhiben por primera vez en Madrid.

Además, el certamen contribuye a la conservación de este monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad, con la donación de parte de las recaudaciones de taquilla. Del precio de cada entrada, 100 peetas se destinan directamente a la restauración de la catedral.

Esta labor de mecenazgo se completa con la instalación de varias urnas en el recinto ferial, en las que los visitantes podrán depositar sus aportaciones económicas.