Bonino recordó hoy en Madrid que las mujeres afganas no tienen derecho a hablar en público, no tienen acceso a la misma asistencia sanitaria que los hombres, tampoco a la educación y no les está permitido trabajar fuera de casa.

La comisaria de la UE hizo estas declaraciones durante el acto de presentación en España de la campaña promovida pr el Parlamento Europeo y la Comisión Europea para reivindicar los derechos de las mujeres en Afganistán, que culminará el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Bonino recibió el apoyo de la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Loyola de Palacio, y la directora del Instituto de la Mujer, Concepción Dancausa.

En España la campaña será coordinada desde el Instituto de la Mujer del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, en coordinación con las comunidades autónomas y las ONs que trabajan en la defensa de los derechos de las mujeres. Se editarán 30.000 carteles y 20.000 folletos para difundir los objetivos de la campaña.

El fin prioritario de la iniciativa es movilizar a la opinión pública internacional sobre la privación de los derechos de las mujeres de Kabul, símbolo de las mujeres de todo el mundo que luchan por sus derechos, su dignidad y su libertad de elección.

Bonino recordó que antes de 1996, año en el que los talibanes lograron por la fuerza el control de os tercios del país, las mujeres afganas gozaban de plena libertad para trabajar fuera del hogar.

Sin embargo, la llegada de los talibanes, a los que la comisaria europea calificó de "lunáticos armados", eliminó todos los derechos a los que las mujeres habían accedido en Afganistán.

Emma Bonino aseguró que el silencia que hasta ahora ha guardado la comunidad internacional en relación a esta situación es indignante y cínico, y se mostró convencida de que los talibanes son sensibles a la presión inernacional, por lo que se mostró segura de que la campaña logrará sus objetivos.

En este sentido, recordó que la UE es la mayor aportadora de ayuda humanitaria a Afganistán, con 51.000 millones de pesetas desde 1991, a pesar de la cual las mujeres no pueden beneficiarse de estas ayudas por la discriminación que sufren.