El estudio señala que las campañas gubernamentales para cambiar la costumbre de acostar a los recién nacidos boca abajo, una postura que aumenta el riesgo de muerte súbita infantil, surtieron efecto, ya que el número de fallecimientos disminuyó un 38 por ciento en Estados Unidos durante el periodo 19921996.

Hoy, solo uno de cada cuatro padres coloca a su bebé boca abajo, cuando hace apenas seis años ésta postura era la más corriente. Los investigadores, no obstante, no se atrevieron a afirmar que la causa del descenso sea el cambio de postura. "Colocar a los niños hacia arriba para que duerman reduce el riesgo de muerte súbita, pero no elimina la posibilidad", advirtió un responsable del estudio.

El estudio también considera importante el papel que juegan las enfermeras de las maternidades, poque "ellas determinan las preferencias de las madres sobre la postura de los bebés".

El estudio consistió en una encuesta telefónica realizada por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo humano durante el periodo 92-96 a mil madres cada año.