Morodo considera "fundamental" la idea de libertad que el conde de Barcelona quiso dar a la monarquía. "Supo unificar, desde los años 40, elementos de tradicionalidad y modernidad, evolucionando posturas demasiado conversadoras de la antigua institución", dijo.

El que fuera durante quince años puente entre los socialistas del grupo de Tierno Galván y los miembros de la Casa Real en el exilio, recuerda también a don Juan como "un hombre de gran memoria y lucidez".

"E todas las reuniones se acordaba de cada tema tratado con anterioridad. Tenía una lucidez mantenida durante todos estos años, como comprobé en Londres el pasado año durante un encuentro informal con motivo de una regata".

LA TERCERA VIA

El partido de Morodo, Enrique Tierno, Fernando Morán y José Bono, entre otros (el Partido Socialista del Interior, precedente del PSP), fue el único grupo socialista que mantuvo contactos continuados con el conde de Barcelona desde 1960, ya que aceptaban la vía monáruica constitucional, pese a que se definían republicanos.

"En el orden teórico, nuestro fin era la soberanía popular y la celebración de un referéndum cuanto antes, pero en la práctica la monarquía representaba la salida más viable, por su legitimidad histórica y por la aceptación democrática demostrada por el conde de Barcelona".

De las numerosas cenas y almuerzos políticos en Estoril (Portugal), Raúl Morodo recuerda la "gran fluidez y el agradable trato" del padre del Rey. "Don Juan era una perona extremadamente cordial y simpática, aunque habláramos de política", dijo.