Los monarcas españoles realizaron el viaje desde Palma de Mallorca, lugar en el que pasaban unos días de descanso y donde anohe se les comunicó la muerte del monarca.

Balduíno I pasaba en compañía de su esposa, Fabiola de Mora y Aragón, sus vacaciones en la finca de Estrida, donada hace treinta años por el Ayuntamiento de Motril a la familia real belga.

En la finca de la Estrida, Don Juan Carlos y Doña Sofía, serán recibidos por el príncipe heredero Alberto de Lieja, que llegó esta mañana a Motril para acompañar los restos mortales de su hermano el rey Balduino.

Los restos del monarca fallecido serán repatriados drectamente a Bruselas en un en un avión de la fuerza aérea belga, acompañados por el primer ministro de Bélgica, Jeanluc Dehaene y el ministro de Justicia de este país, Melchior Wathelet, previsiblemente esta tarde, según informaron a Servimedia fuentes de la Casa Real.

Durante toda la mañana de hoy, numerosos vecinos de Motril, se concentraron a las puertas de la finca real situada en la playa de Poniente.

El fuerte dispositivo policial establecido desde el momento de conocerse la muerte del rey ha impedido la concentración a las puertas de la finca de Astrida.

Por otra parte, en el aeropuerto de Granada, se montó un dispositivo espacial coordinado por el Gobierno Civil desde primeras horas de la madrugada pasada, momento en el que comenzaron a llegar los diplomáticos belgas para ocuparse de los resto del monarca fallecido.

El alcalde de Motril, Juan López Barranco, mostró en unas declaraciones públicas, su condolencia por la muerte de este "ilustre visitante".

Un paro cardíaco acaó hacia las ocho de la tarde de ayer sábado con la vida del rey más veterano de Europa, que hace unos días había cumplido 42 años en el trono y 62 de edad.

El médico, Carlos Aguado, avisado a media tarde por la reina Fabiola al encontrar a su marido en mal estado, atendió al monarca en sus últimos minutos de vida.

El rey Balduino, que había sido operado del corazón el pasado año, sufrió ayer una crisis cardíaca que no pudo superar y murió en su residencia veraniega de la costa de Granada, donde psaba unos días de descanso en compañía de su esposa, Fabiola de Mora y Aragón, desde el pasado 22 de julio.

Desde el momento de conocerse la noticia, la finca Astrida ha estado fuertemente custodiada por miembros de la Policia Nacional.