MUERTE DE ALDUINO. DECENAS DE BELGAS SE CONCENTRAN EN MOTRIL ANTE LA RESIDENCIA DEL MONARCA PARA RENDIRLE UN ULTIMO HOMENAJE

MOTRIL (GRANADA)
SERVIMEDIA

Varias decenas de ciudadanos belgas, a los que la muerte del rey Balduino sorprendió de vacaciones en Andalucía, acudieron este mediodía hasta las puertas de la finca "Villa Astrida" en Motril (Granada), donde anoche falleció el monarca belga, para rendirle un último adiós.

Ante la imposibilidad de acceder hasta el interior de la finca, dadas as importantes medidas de seguridad establecidas tras el óbito del monarca, algunos de los compatriotas del rey Balduino colocaron coronas de flores junto a la valla que rodea la residencia veraniega, situada en la playa de poniente de Motril y que fue donada hace 30 años a la familia real belga por una empresa privada local.

Ese dispositivo de seguridad también provocó que el hermano de la reina Fabiola, Jaime de Mora y Aragón, también tuviese alguna dificultad para entrar en la finca.

El populr personaje de la vida marbellí llegó hasta Motril procedente de la ciudad malagueña sobre las cuatro de la tarde y tuvo que esperar a las puertas de la finca durante varios minutos dentro de su vehículo a que los servicios de protocolo de la Casa Real belga le permitiese el acceso.

Asimismo, numerosos motrileños que se congregaron desde primeras horas de la mañana en las inmediaciones de "Villa Astrida" -nombre con el que el rey Balduino bautizó la finca en recuerdo de su madre-, expresaron su protesa por la imposibilidad de rendir un último homenaje a "uno de los vecinos más ejemplares del pueblo", según palabras de una habitante de Motril que lo consideró "como si fuera también nuestro Rey".

Por su parte, el alcalde de Motril, Miguel López Barranco, que esta mañana decretó una jornada de luto oficial, convocó para mañana, lunes, un pleno extraordinario del ayuntamiento en el que se adoptarán nuevas expresiones de duelo.

Barranco, que esperó a las puertas de "Villa Astrida" la llegada de lo monarcas españoles procedentes de Mallorca, relató cómo los Reyes de Bélgica se habían integrado en la vida local desarrollando actividades diarias casi sin escolta y ganándose la simpatía de los 50.000 habitantes de esta localidad de la costa tropical granadina.

(SERVIMEDIA)
01 Ago 1993
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