El desastre ecológico fue descubierto el pasado viernes por los encargados de la piscifactoría, que observaron que los estanques destinados a los alevines carecían del caudal necesario de agua, por lo que la práctica totalidad de los peces murieron por falta de oxígeno.

El responsable de piscifactorías del Gobierno navarro, Manuel Lamuela, atrbuyó la muerte masiva de peces a diversas irregularidades en alguna de las tres centrales hidroeléctricas situadas en las localidades de Almándoz y Oronoz Mugaire, al alterar el cauce de las regatas Marín y Zeberia.

Los servicios jurídicos del Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente analizarán las responsabilidades administrativas y civiles que pudieran derivarse de este hecho, que supone una paralización del "proyecto salmón" destinado a la repoblación de esta especie en el río Bidsoa y en el que el ejecutivo navarro llevaba trabajando cinco años.

Según una nota del servicio de prensa del Gobierno de Navarra, el desastre afectó a tres cuartas partes de la producción de alevines de la piscifactoría, aunque los reproductores adultos de salmón y de trucha lograron sobrevivir.