Fuentes de la Delegación del Gobierno en Murcia informaron hoy que la niña, Josefa F. G., estaba durmiendo, igual que su padre y sus hermanos, en una caseta de madera, donde pasaban el fin de semana, cuando se produjo un escape de gas butano.

Las mismas fuentes indicaron que "en la caseta había suficiente gas como para que hubiesen muerto todos, pero los res supervivientes salvaron milagrosamente la vida porque el abuelo intuyó que algo raro pasaba y accedió a la vivienda cuando se encontraban en estado inconsciente".

La caseta de madera en la que pernoctaban el padre y los tres hijos carecía de enrgía eléctrica, por lo que el gas butano servía para hacer funcionar algunos electrodomésticos, como el frigorífico.

Los responsables del Instituto Anatómico Forense de Cartagena, donde se realizó la autopsia del cadáver, indicaron que "no existe ningun duda de que la niña murió por inhalación de gas".

Por último, un portavoz de la Delegación del Gobierno informó que se cree que la niña dormía en una litera baja y que al intentar levantarse de la cama cayó al suelo, donde fue encontrada sin vida.