Este homicidio fue perpetrado por hombres armados sin identificar y, según informó hoy Amnistía Internacional, pone de relieve los riesgos que corren los cooperantes y los periodistas en este país, asolado por la guerra.

El hecho sucedió pocos días después de la liberación del fotógrafo español José Cendón y del periodista británico Colin Freeman, liberados el pasado domingo tras permanecer 38 días secuestrados.

Por otro lado, el periodista somalí Hassan Mayow Hassan, que trabajaba para Radio Shabelle, murió el 1 de enero por disparos de hombres armados cuando hacía un reportaje sobre los combates que se libraban en el distrito de Afgoye, en la región de Baja Shabelle.

Fue el décimo periodista somalí fallecido por homicidio desde febrero de 2007. Algunos de ellos fueron asesinados y otros perdieron la vida al verse atrapados en combates entre las fuerzas del Gobierno federal de transición y milicias armadas de la oposición.

Los periodistas somalíes no sólo arriesgan su vida para publicar informaciones sobre la situación de su país, ya que durante los dos últimos años también se han enfrentado a amenazas de muerte de las fuerzas de seguridad del Gobierno federal de transición y de los grupos armados.

Arrestos y reclusiones arbitrarias, palizas, secuestros, el cierre de emisoras de radio y otros medios de comunicación y otras restricciones impuestas a sus actividades y reportajes también se encuentran entre los peligros que corren los informadores.

Amnistía Internacional instó a todas las partes del conflicto de Somalia, sumida en un periodo de transición política tras la dimisión del presidente del Gobierno, a que cesen los ataques y amenazas contra los periodistas, el personal de ayuda humanitaria y la población civil.