Se trata del tercer miembro de esta organización que fallece en el país en los últimos dos meses debido a la violencia, según informó hoy la ONU.

Los intensos combates entre el ejército gubernamental y los Tigres de Liberación Tamil Eelam impidieron que el CICR pudiera evacuar a las personas heridas y enfermas, así como a los familiares que las acompañan y entregar 25 toneladas de víveres para los miles de civiles atrapados en la zona de conflicto.

La última vez que la embarcación fletada por el CICR pudo llegar a la zona de conflicto fue el pasado sábado, cuando se descargaron víveres y suministros médicos vitales y un total de 516 heridos y enfermos fueron evacuados junto a sus familiares.

El jefe del CICR en Sri Lanka, Paul Castella, aseguró que "la falta de seguridad obligó a nuestro trasbordador a permanecer todo el día cerca de la costa, a sólo unos kilómetros de la zona de conflicto".

"Las personas que permanecen en la zona de combate están en una situación desesperada. Necesitamos obtener un acceso sin trabas, para poder salvar la vida de estas personas", añadió Castella.

Desde mediados de febrero, el CICR ha evacuado a unas 14.000 personas en el norte de Sri Lanka y entregado más de 2.350 toneladas de víveres y otros artículos de primera necesidad.