El accidente ocurrió sobre la una y media de esta tarde cuando el trabajador, que se encontraba en un andamio colocado a la altura del séptimo piso de un inmueble situado en la confluencia de las calles Puentelarra y calle Real de Arganda perdió el equilibrio y se precipitó al vacío. Murió en el acto al impactar contra el suelo.

Para Muñoz, el accidente se produjo porque la empresa encargada de la obra, Construcciones Alcalá, incumple las medidas de seguridad.

Muñoz afirmó que el andamio en el que trabajaba José García no estaba anclado a la fachada, lo que es necesario en estos casos sino pegado con cemento que cedió, lo que originó la caída del obrero.

"Por suerte, no había nadie más subido al andamio, ya que el accidente currió a la hora de comer, lo que demuestra que tampoco se respeta el horario de trabajo", indicó el representante de CCOO.

Muñoz aseguró que el sindicato había denunciado en junio pasado a Construcciones Alcalá en la Inspección de Trabajo, ya que la empresa no cumplía las medidas de seguridad imprescindibles en toda obra.

Según el responsable de Salud Laboral de esa central sindical, los huecos de la obra estaban sin cubrir, las escaleras sin proteger y los andamios estaban mal situados. "Si se os hubiera hecho caso hace dos meses, esta desgracia no hubiera ocurrido", añadió.

En lo que va de año, el sindicato ha denunicado a unas 120 empresas de construcción de la CAM por no respetar las medidas de seguridad establecidas para las obras.

EL PROBLEMA ES EL DINERO

"Las medidas de seguridad suponen dinero y parece que las empresas prefieren ahorrárselo, a proteger la vida de los trabajadores", dijo Muñoz.

El representante sindical explicó que en el sector de la construcción trabajan nas 120.000 personas, de las cuales, el 90 por ciento disponen de un contrato temporal.

Esta precariedad del puesto laboral es una de las causas apuntadas por Muñoz como causante de los accidentes laborales, porque, a su juicio, los trabajadores hacen más horas de las obligadas, por temor a perder su puesto.

Otro motivo es que, en ocasiones, los cerca de 20.000 obreros que acuden diariamente a Madrid a trabajar desde las provincias limítrofes, sufren accidentes de tráfico cuando se desplazan en ss vehículos, que, a juicio de la central, deberían computarse también como accidentes laborales.