La familia del pequeño está a la espera del informe del forense que practicó la autopsia para saber cual fue la causa del fallecimiento, ya que se barajan dos posibilidades: que muriese a causa de los mordiscos del perro o a causa de un golpe en la cabeza con el ciere de una puerta.

Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado por la tarde en el pueblo de Oles, en la localidad asturiana de Villaviciosa, cuando el niño y un primo de su madre, José María Varas, llegaron al pueblo después de adquirir gasolina.

Al bajarse del coche, Darío cogió una cuerda y ató al mastín que responde al nombre de "Lord", con el que jugaba desde que nació, y fue caminando con él hasta una distancia de veinte metros hasta llegar a una portilla que da acceso a la casa donde vivía el iño.

Tras oír ladrar al perro insistentemente, José María Varas se acercó hasta el lugar y se encontró al niño tendido en el suelo, bañado en sangre y todavía con vida, por lo que lo recogió y trasladó de inmediato hasta el hospital de Cabueñes (Gijón) donde falleció horas después.

Según la versión del familiar, el niño se cayó sobre la portilla clavandose el cierre en la cabeza, aunque no está claro si fue derribado por el perro y si el animal le mordió. Según los familiares, el niño presentaba ordiscos en las orejas aunque, añaden, que estas marcas podrían deberse a los intentos del perro por rescatar el cuerpo del niño, que será enterrado esta tarde en el cementerio de Oles.