Poco después del atentado, el herido fue trasladado a la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu, de la capital donostiarra, donde falleció a consecuencia de las graves heridas que presentaba.

Según fuentes hospitalarias, el guardia civil retirado, que ingresó semiinconsciente, sufrió desgarros en piernas y bazo derecho, estallido de los genitales y graves lesiones internas.

El atentado se produjo hacia las 5 de la tarde, cuando Juvenal Villafañe, casado y con tres hijos, montó en su vehículo, en el que había sido colocado un artefacto explosivo. El coche del guardia civil era un "Renault 11" de color marrón, matrícula SS-9653-W, que quedó prácticamente destrozado.

Aunque el atentado no ha sido reivindicado por ningún grupo, todos los indicios apuntan a que se trata de un nuevo asesinato de la banda errorista ETA.