Muchos jóvenes tienen que recibir tratamiento psicológico ---------------------------------------------------------
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Las novatadas son causa de un "elevadísimo porcentaje de los suicidios y autolesiones que se dan en el servicio militar obligatorio", según un informe realizado por la Oficina del Defensor del Soldado (ODS), al que ha tenido acceso Servimedia.
La ODS afirma que muchos jóvenes tienen que recibir tratamiento psicológico por las secuelas que dejan en ellos estas experiencias. En algunos casos tratan de paliarlas no dnunciando los hechos.
Ayer, la Audiencia Provincial de Las Palmas condenó al Estado, como responsable civil subsidario, a pagar 6.138.7999 pesetas de indemnización por la novatada de que fue víctima en 1986 el soldado de la base aérea de Gando Marcelino Castellano.
El joven tuvo que ser hospitalizado a causa de un ataque de esquizofrenia, provocado por las vejaciones a que fue sometido por dos "veteranos", que han sido condenados a un año de prisión. Castellano fue obligado a ducharse con agua fra y a continuación fue golpeado delante de otros compañeros.
Según los datos manejados por la Oficina del Defensor del Soldado, para llegar a comprender las secuelas que pueden dejar este tipo de agresiones hay que analizar el brusco corte que supone para un recluta ingresar en un medio que está alejado de su mundo social y laboral.
AUTOESTIMA
Las novatadas, agrega el informe de la ODS, "suponen un atentado contra la identidad personal, la autoimagen y más concretamente contra la autoestima de a víctima; atentado que puede tener gravísimas repercusiones en su posterior desarrollo".
El texto apunta que uno de los factores más relevantes a la hora de explicar el rechazo de los jóvenes a la "mili" es que tienen miedo a los "veteranos", que son, en su mayor parte, los que promueven o hacen las novatadas.
El régimen disciplinario facilita, en opinión de la oficina, que, con el tiempo, los soldados adquieran ciertas ventajas y privilegios sobre los recién incorporados a filas y que éstos sea sometidos a prácticas humillantes, que degradan su dignidad personal.
La ODS señala que el problema de las novatadas se agrava por las argumentaciones que las autoridades militares dan en algunas ocasiones para justificarlas. Incluso cita el caso de algunos mandos que llegaron a calificar como "broma de mal gusto" el hecho de que algunos compañeros de un recluta le obligasen a introducirse en un horno.
LEY DEL MAS FUERTE
Los casos analizados demuestran, dice la ODS, que entre los soldados que ufren las novatadas se dan dos reacciones distintas: en el primer caso, aguantan estoicamente las vejaciones, mientras que en el segundo da lugar a una respuesta violenta y crea una espiral para imponer la ley del más fuerte.
Para combatir las novatadas, la ODS recomienda que sean castigadas como un delito, con el fin evitar ambigüedades legislativas y abusos de autoridad, que se denuncien siempre, que en las academias militares se proporcionen conocimientos a los futuros mandos para erradicarlas y qu se arbitren medidas preventivas.
A juicio de los responsables de la oficina, la solución a este problema pasa también por potenciar una distribución del contingente que permita la existencia de unidades formadas por soldados del mismo reemplazo, organizar dormitorios pequeños y conceder más pases de pernocta.
Izquierda Unida (IU) tiene previsto plantear en el Congreso de los Diputados una iniciativa para modificar el Código de Justicia Militar, con el fin de endurecer las sanciones que son impuetas a los que realizan este tipo de conductas.
Francisco Castañón, responsable de la ODS, señaló a Servimedia que además sería positivo que del castigo no sean eximidos los mandos que actúen de forma negligente.
ABUSO DE AUTORIDAD
El Código Penal contempla, en los artículos 103 al 106, la figura del abuso de autoridad para reprimir el uso extralimitado de las facultades de mando, cuando a consecuencia de tal extralimitación se perjudica gravemente al inferior, se le obliga a realizar prestacions ajenas al servicio o se le impide arbitrariamente el ejercicio de algún derecho.
Cuando como resultado de este abuso se produzca la muerte de la víctima, la pena oscila entre los 15 y 20 años de prisión, pudiéndose imponer también, sólo en caso de guerra, la pena de muerte.
En opinión de la ODS, la Justicia militar se ceba "con los soldados que someten a novatadas a los reclutas para limpiar el deterioro de su imagen".
(SERVIMEDIA)
20 Jun 1991
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