Los náufragos se hallan a bordo del Geo Barens, el buque de salvamento de MSF, que pide a Italia autorización para desembarcarlos en un puerto seguro.

A lo largo de tres intensos días, las embarcaciones en peligro fueron localizadas desde el puente del Geo Barents tras las alertas recibidas de Alarm Phone, la organización de vigilancia en el Mediterráneo, y con el apoyo de Pilotes Volontaires, una organización sin ánimo de lucro con sede en Francia dedicada la observación aérea en el Mediterráneo central.

Ninguna de estas embarcaciones fue identificada por los centros de coordinación de salvamento marítimo correspondientes, aclaró MSF.

A primera hora de la mañana del 9 de mayo, el equipo de MSF detectó dos embarcaciones de goma en peligro que transportaban un total de 204 personas. Entre ellas había un niño de nueve meses llamado Mohammed, que fue trasladado junto con su madre rápidamente a cubierta.

Poco más de 24 horas después, MSF recibió una alerta sobre otro bote de goma abarrotado, esta vez con 59 personas a bordo. El Geo Barents se dirigió a su ubicación con la guía de un avión de Pilotes Volontaires y llevó a cabo el rescate.

A última hora del día 10 de mayo, llegaron a la bandeja de entrada del correo de MSF dos nuevas alertas de Alarm Phone, que indicaban que había otras dos embarcaciones a la deriva en las cercanías. Las lanchas de rescate de Geo Barents se lanzaron hacia las 21.00 horas y, tras una intensa búsqueda de cinco horas en la oscuridad, el equipo encontró finalmente las dos embarcaciones a la deriva cerca de una plataforma petrolífera. Los 111 supervivientes a bordo de estas embarcaciones fueron rescatados y trasladados al Geo Barents hacia las 2 de la madrugada, poniendo fin al rescate más largo desde el inicio de la operación del buque.

PUERTO SEGURO

Según MSF, la mayoría de los supervivientes a bordo del Geo Barents han sufrido abusos físicos de diversa índole, incluida violencia sexual y trabajos forzados. Cuatro de ellos se embarcaron en el viaje por el Mediterráneo con huesos fracturados, resultado de las lesiones infligidas durante su estancia en Libia.

Otro de los náufragos padece diabetes y necesita insulina, pero ha estado sin su medicación vital durante semanas. Además, dos supervivientes han sufrido episodios psicóticos a bordo.

Según MSF, las 470 personas rescatadas a bordo del Geo Barents son física o mentalmente vulnerables y necesitan desembarcar en un lugar seguro "lo antes posible".

Hasta la fecha, las autoridades italianas, también responsables de las actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo, no han concedido permiso para desembarcar a los supervivientes a pesar de las seis peticiones que ha hecho la organización, lamentó MSF.

A su juicio, resulta "incomprensible que, después de todos estos años de travesías migratorias mortales en el Mediterráneo, organizaciones privadas como nosotros asumamos la mayor carga de salvar vidas en el mar”.

“Al menos 24.000 personas se han ahogado o desaparecido oficialmente desde 2014, y sin embargo Europa sigue haciendo la vista gorda ante lo que ocurre en su frontera sur”, denunció.