Ibarra, en declaraciones a Servimedia, señaló que el origen del problema está en la marginalidad de la barriada en la que han ocurrido los hechos y apuntó que la "reacción de los subsaharianos fue de impotencia".

"Por eso, el Estado no debe de estar ausente, sino dar una sensación de fluidez, de rapidez, primero deteniendo al culpable y después dejando que actúe la Justicia, pues así se calmará la crispación", añadió.

En su opinión, hace falta cierta presencia policial disuasoria y que "las ONG lleven a cabo una mediación adecuada que ayude a calmar la situación".

También recordó a los políticos que "situaciones de marginalidad, como son los ghetos y el barrio de Roquetas en el que han ocurrido los hechos, son un ejemplo que sólo traen conflictos".

"Como medida general hay que acabar con la marginalidad y apoyar a la integración. Asimismo, hay que hacer un discurso educativo y sensibilizador entre los más jóvenes, que son los que se pueden ver arrastrados a llevar a cabo conflictos. Hay que prevenir la xenofobia, aunque en este caso no parece que el movil sea ése", remachó.

Respecto a si la actual crisis económica y el aumento del paro puede ser un caldo de cultivo que fomente los ataques racistas, Ibarrá aseveró que "la crisis tiene que estimular a las instituciones a una actitud más preventiva y evitar la fácil estigmación xenófoba. Construir un chivo expiatorio es muy fácil. Hay que apostar por la prevención y no por buscar culpables".