Además, según Ibarra, la concesión de este permiso generará "mucha alarma social y es muy desmoralizadora para las víctimas del odio y de la intolerancia. A nadie se le escapa que será un estímulo para los grupos ultras porque es una medida muy benigna. Después de este permiso, vendrá otro y después la libertad", señaló Ibarra a Servimedia.

"Esta decisión es lamentable, nos sorprende porque, en el juicio, Ricardo Guerra no mostró ningún signo de arrpentimiento, fue arrogante y en ningún momento se desdijo de sus ideas", denunció Ibarra.

"Por otra parte, no hay que olvidar que Guerra mató a Aitor Zabaleta cuando estaba disfrutando de un permiso penitenciario, como el que le van a conceder ahora", recordó Ibarra.

Ibarra explicó que el Movimiento contra la Intolerancia, que se personó como acusación particular en el juicio, no puede hacer nada para evitar ese permiso.

"Como acusación particular no podemos ni siquiera plantear un recurso ante la Audiciencia Provincial de Madrid o ante el Supremo, porque son decisiones penitenciarias que sólo pueden adoptarlas a partir de las posiciones del juez de vigilancia penitenciaria, de la fiscalía y de la junta de tratamiento. Por eso llama la atención que con la posición negativa de estas instituciones la Audiencia haya adoptado esta decisión", agregó.