El responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Carlos Bravo, explicó a Servimedia los principales puntos tratados durante la reunión. Así, aseguró haber acordado la realización de movilizaciones para noviembre, aunque las fechas para las mismas "están aún por determinar".

Durante el encuentro, estos colectivos apuntaron la necesidad de que el Gobierno ponga en marcha, en esta misma legislatura, "el Plan de cierre de las centrales nucleares prometido", como condición previa para poder tratar de llegar al necesario consenso social que permita avanzar en lo relativo al problema de los residuos radiactivos y su gestión.

Además, la reunión concluyó con la redacción de un manifiesto conjunto, en el que asociaciones como Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF/Adena, Amigos de la Tierra, la Plataforma antinuclear de Peque o la Coordinadora contra Garoña, entre otras, reiteraron su rechazo a la construcción de un cementerio nuclear centralizado.

En dicho escrito, estas organizaciones alertan de "los riesgos de accidentes nucleares y escapes de radiactividad inherentes al funcionamiento" de dicho cementerio, a los que habría que sumar, según explican, "los derivados de la presencia, manipulación y almacenaje de los elementos de combustible nuclear que se ubicarían en el interior de su instalación".

Además, añaden que "un problema de marcado carácter social como el de los residuos radiactivos no se puede resolver sin un previo consenso social y político, que incluya a las organizaciones defensoras del medio ambiente, por el que se pueda tratar de alcanzar un acuerdo sobre el modo de gestión de los residuos nucleares".

Finalmente, criticaron la "inmoral" estrategia desarrollada por Enresa, "al alentar a los alcaldes de los municipios a ofrecerse como candidatos a albergar el cementerio nuclear, tentándolos con sustanciosas compensaciones económicas".