Los sindiatos con representación en la Casa de la Villa, CCOO, UGT, CSI-CSIF y CPPM, han convocado para mañana una asamblea de los empleados del Ayuntamiento, que abrirá el calendario de movilizaciones.

Asimismo, el próximo día 17 tendrá lugar una manifestación, que partirá desde la puerta del Sol y concluirá en la plaza de la Villa.

Un día más tarde, fecha en la que está prevista la celebración del pleno que aprobará los presupuestos municipales, los delegados sindicales se concentrarán en la plaza de laVilla.

Las centrales han convocado a los funcionarios para que ese día aprovechen la media hora del bocadillo para concentrarse a las puertas de sus centros de trabajo.

Aunque la principal reivindicación es que el Ayuntamiento aplique el convenio e impida la pérdida del poder adquisitivo de los empleados municipales, como consecuencia de la congelación prevista en los Presupuestos Generales del Estado, los sindicatos tienen otras demandas.

PLAZAS DE INTERINOS

Entre ellas figura la peticióna los responsables municipales para que no suspendan la convocatoria de las oposiciones para las plazas ocupadas actualmente por interinos y excedentes de plantillas, que afectan a más de 2.000 trabajadores.

Igualmente, han denunciado incumplimientos referidos a las libranzas, nóminas incorrectas y reducción de categorías.

Por lo que se refiere a los presupuestos para 1993, los sindicatos estiman que significarán más impuestos para los ciudadanos, así como menos inversiones y menos servicios.

La semana pasada, el concejal de Personal, Antonio Moreno, comenzó a enviar 20.000 cartas a otros tantos trabajadores municipales, en la que les explica que la congelación salarial prevista para 1993 es responsabilidad del Gobierno central y no de la Casa de la Villa.

En la misiva, el edil les garantiza que cobrarán la paga extraordinaria de Navidad y que se aplicará la cláusula de revisión establecida en el convenio.

Sin embargo, los sindicatos culpan a Moreno de no querer dialogar con las centales para lograr la desconvoctoria de las movilizaciones y de incumplir un convenio que ha sido firmado para los próximos 4 años por el propio alcalde de Madrid.