Así lo confirmaron desde los Mossos d’Esquadra, poco después de que Ponsatí ofreciera una rueda de prensa en Barcelona en la que aseguró que su regreso no era para hacer ningún “pacto con el Estado”, sino para “continuar el combate", “plantar cara” y denunciar la “vulneración sistemática de nuestros derechos”.

Ponsatí está procesada por un delito de desobediencia por la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña sobre la independencia y pesa sobre ella una orden de detención en España. Ella misma aclaró que esta detención es solo para tomarle declaración, y no para encarcelarla.

En sus redes sociales, ella misma informó de lo ocurrido asegurando que los Mossos la habían detenido “ilegalmente” en Barcelona. La detención se pudo ver en directo en TV3, que estaba grabando la salida de Ponsatí tras la rueda de prensa que dio en el Colegio de Periodistas de Cataluña.

En las imágenes, se pudo ver cómo un agente de los Mossos que iba de paisano se acera Ponsatí, le enseña su placa y le insiste en varias ocasiones en que le acompañe, ya que le estaban esperando dos coches de los Mossos d’Esquadra. Por su parte, la exconsejera de la Generalitat catalana le enseña sus credenciales como eurodiputada.

Pese a eso, el agente en cuestión la invita a acompañarle. Ponsatí estuvo en todo momento, tanto en la rueda de prensa como fuera, acompañada por su abogado Gonzalo Boye, quien también representa al expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.