La reducción de la morosidad tuvo dos excepciones, aunque leves: las cooperativas de crédito, en donde los prstamos en mora (que son los impagados a los noventa días del vencimiento) pasaron de 84.000 a 85.000 millones, y el crédito oficial, en el que creció, también moderadamente, de 203.000 a 205.000 millones.

Por contra, el recorte fue especialmente significativo en bancos y cajas. En el caso de los bancos, la morosidad pasó de 743.000 millones de pesetas en octubre de 1997 a 541.000 millones en el mismo mes del año pasado, y entre las cajas cayó en ese mismo periodo de 661.000 a 519.000 millones.

Fialmente, en las entidades operativas de ámbito limitado, que comprenden desde las empresas que financian la compra de coches hasta sociedades hipotecarios, se redujo de 124.000 a 99.000 millones de pesetas.

La caída de la morosidad ha sido tan notable en los últimos años que actualmente, de acuerdo con los datos del Banco de España, los fondos de insolvencias provisionados acumulan una cifra superior, de casi 1,6 billones, por lo que el nivel global de cobertura del sistema crediticio es de más del 10%.

Sin embargo, hay un indicador que ha registrado un claro empeoramiento en los últimos meses, la rúbrica de deudores a la vista, que pasó de 1,9 a 2,4 billones entre octubre del 97 y octubre del 98.

Esa rúbrica funciona en cierta medida como un indicador adelantado de la evolución futura de la morosidad porque uno de sus componentes son los créditos que no han sido pagados pero que todavía no tienen la consideración de morosos porque no han transcurrido los 90 días preceptivos para otorgarles ea calificación.