En un comunicado, esta asociación pide a la Comunidad de Madrid responsabilidades políticas, "dada la importancia del tema, y teniendo en cuenta la repercusión social, laboral, moral, política y mediática de la actuación de los responsables de la Consejería de Sanidad".

Además, DMD de Madrid tacha de "respuesta intolerable" en una sociedad democrática las manifestaciones del ex consejero de Sanidad Manuel Lamela, al afirmar: "Me siento enormemente orgulloso, volvería a hacerlo", después de que la Audiencia Provincial de Madrid fallara que en ningún momento existió mala praxis médica en las sedaciones denunciadas anónimamente.

Finalmente, esta organización destaca que se adhiere a las declaraciones realizadas por el catedrático de Derecho Penal, Enrique Gimbernat: "Comete un delito de lesiones el médico que se niega a sedar a un paciente terminal que sufre, no el que lo seda para evitar el dolor" y "el médico que deja morir a un paciente con dolor sí que comete un delito de lesiones. La mala praxis médica es dejar que alguien muera sufriendo".

La asociación manifiesta una vez más que la actuación de la Consejería en el caso Severo Ochoa "es un atropello, por haberse basado en informes sesgados (parciales), elaborados por expertos designados por el mismo ex consejero de Sanidad Manuel Lamela".

Dichos informes, concluye DMD, han sido analizados y rebatidos por el informe de la Sociedad Española de Epidemiología, que llega a la siguiente conclusión: "El método es incorrecto y los resultados inconsistentes".