Morán, que intervino junto al ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el también candidato Juan José García Escribano, dijo que "el hombre de progreso puede pensar en cualificar su voto para demostrar que está de acuerdo con el socialismo pero no del todo con lo hecho por sus dirigentes".

ñadió que aun siendo una crítica lícita, no se deben despreciar estos votos y resaltó la importancia de que en los próximos años, cuando se van a llevar a cabo reformas como la de las instituciones en 1996 o la entrada en la tercera fase monetaria en 1997 ó 1999, haya una visión progresista de la Unión Europea.

"Esto", señaló, "se manifiesta en el Parlamento Europeo cuando se debate una cuestión de carácter social y se levantan las 200 manos del Grupo Socialista para apoyarla".

Morán explicó alguo de los puntos del programa electoral del PSOE, como la lucha contra el desempleo y la salida de la crisis manteniendo el Estado del bienestar.

También dijo que su partido persigue la construcción de una Europa abierta con el establecimiento de un nuevo orden mundial, "donde no vuelva a ocurrir una situación como la producida en Yugoslavia o en Ruanda".

Por su parte, Alfredo Pérez Rubalcaba, que vaticinó una derrota de la derecha, criticó la postura del PP, "que desde hace un año ha hecho del inulto y de la descalificación hacia Felipe González su consigna".

A su juicio, la derecha, "en vez de arrimar el hombro" tiene como objetivo "desestabilizar y sacarnos del Gobierno", porque su única aspiración "es quítate tú que me pongo yo".

Pérez Rubalcaba pidió a los electores que voten pensando en que hay un modelo conservador que "quiere una Europa sólo para la economía" y otro "que va más allá, porque defiende unos valores de solidaridad de los más ricos con los más pobres y un sistema de saidad y educación dignos".