En rueda de prensa para explicar dicho programa, Montoro evitó pronunciarse sobre el criterio de los sindicatos de reclamar una subida de retribuciones de un punto por encima de la inflación en los convenios de 1999, pero sí afirmó que "el programa es compatible, en todo momento, con un aumento del poder adquisitivo de los salarios".

La única objeción que puso Montoro a la mejora de poder adquisitivo es que sea moderada, y que el aumento de retribuciones no sea igual al de la productvidad, para que las empresas sigan siendo competitivas en el contexto de unión monetaria que se avecina.

Montoro volvió a recurrir a su idea de que en el esfuerzo de moderación de los salarios se verá paliado por la reforma fiscal del Gobierno que, con una rebaja de dos décimas sobre la presión impositiva, va a suponer una mejora de retribuciones indirecta.

El secretario de Estado definió el Programa de Estabilidad, como un compromiso del Gobierno español ante la Unión Europea, para aproximar la enta de los españoles a la media europea y seguir aprovechando el crecimiento económico para crear empleo.

El programa, que será sometido al exámen del resto de Estados de la Unión Monetaria Europea (UME) en los primeros meses del año que viene, contempla para el 2002 un escenerio económico con un crecimiento medio del 3,3% anual, una inflación permanentemente situada por debajo del 2%, la creación de 1,3 millones de empleos y la reducción de la tasa de paro al 12,8%.

No obstante, el programa conirma que el Gobierno también prevé un crecimiento económico más moderado que hasta ahora, debido a la madurez del ciclo. Así, en el mejor de los escenarios previstos, el crecimiento en el 2002 del 3,3% es inferior al 3,9% de este año y el que viene,y el aumento del empleo pasará del 3,5 actual al 2,3%.

BUEN MOMENTO

Con todo, el secretario de Estado afirmó que en el programa figuran las claves de la situación económica española actual y del buen aprovechamiento que se puede hacer del actual momento pra los próximos ejercicios.

Por ejemplo, dijo, la austeridad presupuestaria está permitiendo tasas de ahorro en el gasto público que permiten financiar el crecimiento, sin acudir a más deuda.

Por ello, apuntó, se espera que en el 2002 la deuda pública esté por debajo del 60%, tal y como requiere Bruselas, entre otros factores, para medir que el crecimiento económico sea sano y sostenido. Además, afirmó que esto será posible manteniendo un ritmo de crecimiento en la inversión pública del 10% anual

Cristobal Montoro explicó que esta es la mejor demostración de que España está empleando bien los recursos económicos que le llegan de la Unión Europea para mejorar su nivel de renta, pero agregó que sigue siendo necesario porque aún hay un diferencial importante con el resto de socios comunitarios.