Durante su intervención en la inauguración de las III Jornadas de debate sobre la Industria Española ante el Protocolo de Kyoto, defendió que "la tarifa puede ser un elemento disuasorio efectivo" y que el Ejecutivo "tiene la obligación de establecer penalizaciones a los consumidores que derrochen".

Montilla mantuvo que hay que apostar por el consumoresponsable y "penalizar el derroche de energía", para lo que el recibo "debe recoger las oscilaciones de los precios de coste de las materias primas como el carbón, el petróleo o el gas".

Sin embargo, apuntó que esto no supone "una subida inmediata e indiscriminada", sino que "las tarifas recojan la evolución de los precios del mercado", es decir, las últimas alzas de los productos energéticos, base de la producción eléctrica.

Montilla explicó los objetivos del Plan de Acción de Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética para el periodo 2005-2007, que pasa por ahorrar unos 12 millones de toneladas de petróleo y una reducción de las emisiones de CO2 por un valor de 32,5 millones de toneladas.