En su comparecencia en el Parlament, a petición propia para hablar de la crisis en Cataluña, subrayó que desde hace años las empresas y las universidades "están orientando una parte importante de sus esfuerzos hacia un cambio de modelo productivo, invirtiendo en conocimiento, investigación e innovación, apostando por abrir nuestra economía hacia sectores con un alto valor añadido".

Aún así, señaló que en 2008 "creceremos menos que en 2007", con una previsión de crecimiento en torno al 1,8%, que es inferior a la de años anteriores, "pero que sigue siendo positivo".

Explicó que desde finales de los años 90, cuando empezaron a aparecer algunos episodios de deslocalización, el esfuerzo de los sucesivos gobiernos ha ido en una doble dirección: "fortalecer la empresa catalana y animarla a tomar el riesgo de internacionalizarse, y tomar medidas de carácter más estructural que nos condujeran hacia un cambio de modelo productivo".

En este punto, recordó que "nuestro modelo productivo se había basado, tradicionalmente, en actividades de poco valor añadido e intensivas en mano de obra poco cualificada" y que este dinamismo ha permitido absorber el numerososo contingente de trabajadores extranjeros que ha llegado y, al mismo tiempo, reducir la tasa de paro.

Sin embargo, agregó, "en el mundo global, la economía catalana ya no puede seguir jugando con las mismas cartas con las cuales, durante muchos años, había ganado. Debe hacer un cambio hacia un modelo más equilibrado, que recupere los incrementos de productividad que nos permitan reducir nuestro elevado déficit por cuenta corriente y competir, a nivel internacional, en sectores de valor añadido medio-alto y un elevado contenido tecnológico".

En este sentido, recordó que ayer mismo el Gobierno catalán aprobó el texto base del Pacto Nacional para la Invstigación y la Innovación.