Montilla, en una entrevista en el diario "El País" recogida por Servimedia, subraya que la reforma del estatuto parte de un proyecto de mejora del autogobierno en el que trabajaron en la anterior legislatura PSC, ERC, ICV, con el PP gobernando en España con mayoría absoluta y en Cataluña en connivencia con CiU.

Por ello, apuntó, cuando se formó el tripartito "es evidente que esa dinámica estatutaria pasa a ser un elemento central de la estrategia del Gobierno catalán con CiU".

"Hoy me siento más cómodo con el Estatuto aprobado por las Cortes que con el Estatuto salido de Cataluña. Si se hubiesen aceptado las enmiendas del PSC, el Estatuto hubiese tenido menos problemas de tramitación", indicó.

En cuanto al referéndum del Estatuto de Cataluña, que tendrá lugar el próximo domingo 18 de junio, Montilla apuntó que está "convencido de que irá a votar mucha más gente que en el referéndum de la Constitución europea", a pesar de que se producen "malas competencias electorales" como son el mundial de fútbol y un domingo de playa.

En la misma línea subrayó que desde el PSC tratarán de hacer juego limpio "lo que no quiere decir necesariamente que en una campaña como ésta, con posiciones claramente confrontadas, no haya referencias a los adversarios".

Montilla manifestó que esto se produce porque "en el conjunto de la sociedad española hay un poco de catalanofobia que el PP ha atizado por razones que no tenían mucho que ver con propuestas estrictamente estatutarias".

"Más que una discusión de fondo, el Estatuto ha sido para el PP, como lo ha sido y es el 11-M o lo será el proceso de paz, un instrumento para recuperar el poder político. La prueba está en la condescendencia con la que observa cómo el PP de Baleares prepara un Estatuto que es copia casi mimética de la propuesta catalana", apostilló.

Sin embargo indicó que "las culpas no se han de cargar a nadie al cien por cien. Normalmente, los errores están repartidos. Seguro que las formaciones políticas catalanas los hemos cometido, no tanto en los planteamientos de fondo, sino en las formas, que en algunos momentos pueden haber sido percibidas como ofensivas en otros territorios de España."

Reconoció que "sin ningún género de dudas" en Cataluña se podrían haber hecho las cosas bien, pero que no se hubiese solventado la crispación suscitada con la reforma estatutaria. Agregó que "el PP hubiese seguido alentando la confrontación entre territorios, mintiendo y distorsionando el contenido estatutario".

En cuanto a la polémica que generó el término 'nación', el líder del PSE dijo que "no nos arrastró ninguna marea" nacionalista, pero reconoció que "hubo cierta competencia para ver quién iba más lejos, y eso no nos lo puso fácil porque somos en cierta forma un partido moderado". PACTO CON CIU

Sobre el pacto del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero con el líder de CiU Artur Mas, se hizo porque "era necesario desde el punto de vista político y de aritmética parlamentaria", y agregó que "el primero que pacta y se hace una foto con Mas, en el Parlamento, es Maragall. Y eso fue así porque, si en Cataluña no había ese pacto, el Estatuto ya no salía adelante".

"En Madrid pasó lo mismo. Los primeros que le pidieron a Rodríguez Zapatero que implicase a CiU y a Mas en el Estatuto fueron Carod Rovira y Maragall. Y lo hacen por ser conscientes de que si ya era difícil sacar adelante el Estatuto teniendo en contra en España al primer partido de la oposición, más difícil era hacerlo con el primer partido de la oposición en Cataluña en contra".

De la posición de "descuelgue" de Esquerra Republicana mantiene que "seguramente por no haber sabido ser hábiles para obtener la cuota de protagonismo que, debo decir, se merecían legítimamente por colaborar de forma muy activa hasta el último momento".

"La paternidad de gran parte del texto que se somete a referéndum puede reclamarla ERC. CiU llegó más tarde y en la negociación acabó vendiendo sus aportaciones y las de Esquerra Republicana".