"Aunque el número de personas afectadas es todavía muy pequeño, va en aumento, sobre todo debido a que estas montañas cada vez son más altas y van más rápido", opina la doctora Valerie Biousse, neuróloga del hospital Lariboisiere de París. No existe límite legal a la fuerza de gravedad que un aparato puede someter a una persona.

Las personas examinadas en el estudio carecían de roblemas de salud graves o relacionadas en su historial médico y tenían entre 20 y 55 años. Las consecuencias de un día de diversión fueron pequeñas embolias o hemorragias menores en las paredes arteriales de la cabeza. El efecto es, según la doctora Biousse, parecido a un accidente de coche leve.

Actualmente estos aparatos exponen a sus usuarios a una fuerza cuatro veces mayor que la gravedad terrestre. El corazón se acelera rápidamente, como si se estuviera sometiendo al cuerpo a un ejercicio repentno y brusco.

"Todas nuestras atracciones tienen carteles de aviso a la entrada en donde se especifica que si se sufre de espalda, cuello, problemas del corazón o se está embarazada no se debe subir", comentó el portavoz del parque británico Alton Towers.

Entre las instalaciones de este parque de entretenimiento se encuentra el "Oblivion", una atracción que cae en picado desde 60 metros de altura, generando una fuerza 4,5 veces mayor que la gravedad.

En 1992 se detectaron problemas similares n los saltos al vacío con cuerda ("puenting"). Debido a esta práctica, se registraron varios casos de visión afectada por la fuerza que la gravedad ejercía en los globos oculares. Algunas personas se dislocaron o fracturaron la cadera en el salto.