Monseñor Carles niega en una entrevista que publicará en su próximo número l revista "Cataluya Cristiana" las acusaciones y asegura que su primera reacción al conocer las imputaciones fue más de incredulidad que de estupor.

Tras manifestar que le parece imposible que alguien pueda hacer caso de semejantes imputaciones contra su persona, el prelado se muestra convencido de que el objetivo de quienes le involucran en la trama delictiva es dañar gravemente su imagen.

Asimismo, se muestra preocupado ante la posibilidad de que algunos fieles pudieran llegar a dudar de la honoabilidad de su obispo.

Sin embargo, monseñor Carles añade que "esta cruz con la que algunos han pretendido cargarme no es tiempo perdido, sino que redundará en santificación mía y de los hijos de Dios de nuestra diócesis".