Ricardo Blázquez dedicó buena parte de su homilía a destacar su respeto por las autoridades vascas y su intención de colaborar con ellas en beneficio de la convivencia pacífica. "Me esforzaré por integrarme en vuestro pueblo que es mi pueblo", afirmó.

"Vengo dsde Palencia a Bilbao con la intención de ser pastor de todos, estoy dispuesto a sintonizar hondamente con vuestra manera de ser y de sentir", señaló Blazquez, que introdujo en la homilía varias frases en euskera y reiteró su deseo de aprender esta lengua.

Además de referirse a las reacciones que su nombramiento ha suscitado y pedir que el diálogo sea el camino en el futuro, el nuevo obispo de Bilbao abogó por la reconciliación en Euskadi: "La paz es un clamor de nuestro pueblo. Es demasiado triste y emasiado larga la experiencia de cómo la violencia destruye personas. La paz verdadera se afianza con el perdón".

La catedral de Santiago, en el corazón del Casco Viejo bilbaino, fue el escenario de la toma de posesion de Ricardo Blázquez. En la ceremonia estuvieron presentes 41 obispos, arzobispos y cardenales, así como más de 300 sacerdotes.

Entre las autoridades presentes se encontraban el presidente del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, y el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Atienza Los cargos del PNV invitados al acto declinaron la invitación, una ausencia en la que se advierte la crítica del partido por el nombramiento de Blázquez.

En las proximidades de la catedral grupos de simpatizantes de HB y Jarrai recibieron al nuevo obispo con una sonora pitada. Durante la primera parte de la ceremonia se sucedieron los gritos en favor de ETA y los silbidos.

Los manifestantes desplegaron frente a la entrada del templo dos pancartas con los lemas "Euskal Herria askatu" (libertad paa Euskal Herria) y "A Dios rogando y con el mazo dando".

Junto a HB y Jarrai se manifestaron miembros del colectivo de gays y lesbianas, que repitieron consignas en contra de la discriminación y de la Iglesia. Efectivos antidisturbios de la policía autónoma custodiaron los alrededores de la catedral durante la ceremonia, sin que se produjeran altercados de importancia.