En este sentido, manifestó que la mayor preocupación para la Iglesia "es la filosofía que subyace detrás de ese proyecto de ley" y el "tipo de persona que desea la sociedad española para el futuro" y que quedará definida por el tipo de educación que reciba.

Amigo, que participa esta semana en un curso sobre el 25 aniversario de la Ley Orgánica de Libertad religiosa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, afirmó, asimismo, que hay que "cambiar la dirección de la mesa de diálogo" en que se debaten estas cuestiones porque ahora "está una parte a un lado y otra al otro y se miran unos a otros" cuando deberían "abrirse y mirar juntos al pueblo al que tenemos que servir".

En cuanto a la asignatura de religió, el arzobispo sevillano reiteró que "es muy importante garantizar el derecho de los padres a elegir no solamente el tipo de enseñanza que quieren, sino también una enseñanza religiosa", aunque no sea la católica y apuntó que esta cuestión no versa sobre "problemas entre la Iglesia y el Estado, sino que se trata de derechos que tenemos que garantizar entre todos".

"Cuando se limita la libertad religiosa de los ciudadanos, otras muchas libertades pueden estar en peligro", apuntó Amigo, para quien, aunque "hoy en día no nos podemos quejar en cuanto a libertad religiosa, tenemos que garantizar mucho que en un futuro no haya ningún problema".

Así, recordó que, si la religión católica según los acuerdos alcanzados entre España y la Santa Sede tiene que estar al mismo nivel que las demás asignaturas, habrá que "garantizar este nivel de importancia mientras continúen" en vigor los pactos "internacionales establecidos", pactos que, en su opinión, no rompería ningún estado de Derecho.