LOS MONJES DE SILOS NO ESTARAN EN EL CONGRESO DE GREGORIANO QUE ANALIZARA EN MADRID LAS PERSPECTIVAS ANTE EL TERCER MILENIO

MADRID
SERVIMEDIA

Los monjes del Monasterio de Silos serán los grandes ausentes del Congreso Internacional de Canto Gregoriano, que a partir de mañana analizará en Madrid, durante toda la semana, la situación actual de esta variedad coral y sus persectivas ante el tercer milenio.

Ismael Fernández de la Cuesta, coordinador de las jornadas, afirmó que los religiosos burgaleses "han sido invitados, pero no han podido venir porque estamos en Cuaresma", y añadió que tratan de eludir el protagonismo publicitario que se les ha dado "porque su labor es ser monjes, no estrellas, y esto es algo que los medios de comunicación no han entendido suficientemente".

El congreso, patrocinado por la Sociedad General de Autores de España (SGAE), el Ministerio e Cultura, la Comunidad de Madrid y el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM), reunirá a especialistas y críticos de todo el mundo.

En estas jornadas, que serán inauguradas por la ministra de Cultura, Carmen Alborch, más de trescientos musicólogos, sociólogos, filósofos y periodistas tratarán de profundizar en la esencia de este canto, tradicionalmente vinculado al rito religioso, su posterior influencia en la música culta de Occidente y su reciente conversión en un fenómeno de masas. "A raíz del interés masivo despertado reciéntemente en todo el mundo por el gregoriano, esta convocatoria pretende plantear aspectos importantes de su vinculación tradicional con otros ámbitos culturales y sociales, así como su coexistencia en el tercer milenio con las autopistas de la información", señaló Francisco Cánovas, representante del Ministerio de Cultura.

CATORCE SIGLOS

Fernández de la Cuesta, catedrático de Canto Gregoriano en el RCSMM, señaló que este año se cumple el 14 centenario e la consagración de esta especialidad musical como interpretación oficial dentro del acto litúrgico católico.

"Es a partir del año 595, en que San Gregorio Magno convocó un concilio en Roma para reformar la liturgia y el canto, cuando se comenzó a implantar el gregoriano en toda la cristiandad latina y se desarrolló un sistema de escuelas de ciencias en las que la música tenía máxima relevancia, hasta el punto de que los maestros de coro eran rectores y emisarios diocesanos", explicó Fernández de la uesta.

(SERVIMEDIA)
20 Mar 1995
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