Tanto Presidencia del Gobierno como la Generalitat quisieron mantener el mayor sigilo sobre esta reunión y tanto fue así que las decenas de periodistas apostados en la puertaprincipal de la residencia de González no lograron ver entrar el coche de Pujol.

El dirigente catalán llegó al aeropuerto de Barajas pasada la una de la tarde y tomó el puente aéreo de regreso a Barcelona a las seis. En ambos momentos fue visto por algunos periodistas pero se negó rotundamente a hacer ningún tipo de declaración y a confirmar si se había reunido con González.

El encuentro entre ambos dirigentes estaba previsto desde que estalló el escándalo de las escuchas del CESID, momento en qu CiU empezó a hacer pública su voluntad de ir retirando su apoyo al Ejecutivo socialista.

En ese encuentro González y Pujol buscarían soluciones para la crisis y acordarían una ruptura 'civilizada' de los acuerdos que hasta ahora han permitido gobernar al PSOE con mayoría parlamentaria.

Entre las salidas que los dos dirigentes podrían discutir está la posible remodelación del Gobierno. González duda aún si es más conveniente aceptar las dimisiones de Narcís Serra y de Julián García Vargas, procedendo a una remodelación limitada, o se debe hacer una crisis amplia para dar entrada a ministros con más peso político.

También tienen pendiente la discusión sobre la convocatoria de elecciones autonómicas y generales. Pujol no desea que ambas citas electorales coincidan, por la seguridad de que eso le perjudicaría, y González hizo saber ayer a través del ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, que el presidente tiene intención de agotar la legislatura.