Según los datos de la Conferencia Episcopal Española, existen 43 monasterios repartidos por toda la geografía nacional que pertenecen a 13 institutos monacales. Los 840 monjes integrados en estos institutos representan el 4 por ciento del total de religiosos en España.

El número de monasterios de religiosas establecidos en España es mucho mayor, ya que suman en total 931, que pertenecen a 42 institutos monásticos. Las 14.493 monjas con que cuentan suponen el 20 por ciento de las eligiosas españolas.

Entre estos 42 insitutos monásticos hay algunos contemplativos que practican una clausura llamada constitucional, por la que pueden alternar su contemplación con alguna actividad apostólica, principalmente de enseñanza, impartida dentro del mismo monasterio.

Sin embargo, la mayor parte de estos institutos son de clausura papal, es decir, se ordenan íntegramente a la contemplación, de manera que sus miembros se ocupan sólo de Dios, en soledad y silencio, en asidua oración.

Los religiosos y religiosas que optan por la clausura también dedican parte de su actividad diaria a trabajar, en dos vertientes: las artes y las industrias y oficios.

Entre las artes, los monjes y las monjas de clausura cultivan la literatura, la composición, la pintura, la escultura, la reproducción y la restauración artística, mientras que entre los oficios destacan actividades como la agricultura, la apicultura y avicultura, la cerámica, la confección o la encuadernación.

A pesar del recogimento que caracteriza a esos monasterios, sus habitantes se aprovechan de los nuevos avances tecnológicos para facilitar este tipo de tareas, de tal forma que va creciendo el número de monasterios en los que el ordenador es una herramienta de trabajo.

Según el arzobispo de Sevilla y presidente de la Comisión Episcopal de Obispos y Superiores Mayores, Carlos Amigo, la vida contemplativa no sólo no está en retroceso, sino que asistimos a un momento de expansión, ya que se fundan incluso nuevos monasterio. Madrid es la diócesis que tienen un mayor número, con 62, seguida de Sevilla y Toledo, con 41 cada una, y Barcelona, con 40.

Por este motivo, monseñor Amigo descarta las acusaciones formuladas contra algunos monasterios a los que se ha acusado de acoger de forma irregular religiosas extranjeras.

El arzobispo de Sevilla explica que son muchas las religiosas extranjeras que vienen a formarse a España y posteriormente, cuando hacen los votos perpetuos, regresan a sus países para fundar en ellos nuvos monasterios y fomentar las vocaciones.