En su tradicional mensaje de Nochebuena, don Juan Carlos también subrayó que es necesario "solicitar el debido apoyo para nuestras instituciones y poderes en aras de su más eficaz funcionamiento" y siempre de acuerdo con "las reglas y principios de nuestra Constitución".

Trabajar por una España "cada vez más justa, integradora y solidaria" forma parte así de "la grandeza de la política" y de "la grandeza de quienes son elegidos para ejercerla y saben aplicarla con amplitud de miras".

Ya en relación al terrorismo, el monarca afirma que la lucha contra la violencia "reclama, sin duda, unidad" para acabar con el "inaceptable ataque a nuestros derechos y libertades".

En su alocución recordó que el año 2007 "arrancó con la rabia, indignación y sufrimiento" provocados por el brutal atentado de Barajas y "termina con el profundo dolor y firme repulsa ante el vil asesinado de dos jóvenes guardias civiles" en Cap Bretón (Francia).

Para afrontar el desafío terrorista "necesitamos cuanto antes una cultura de unidad que haga efectivo el compromiso de todos los demócratas para acabar definitivamente con el terrorismo".

Don Juan Carlos insistió en que éste es "un objetivo urgente e imperativo para el Estado, un deseo de los ciudadanos, una obligación de todas las fuerzas democráticas y un deber frente a las víctimas".

Los medios del Estado para combatir el terrorismo son la "eficaz labor" de las Fuerzas de Seguridad, la "firme acción" de la Justicia, el funcionamiento de las instituciones de acuerdo con el imperio de la ley y la cooperación internacional. "Ésa debe ser la respuesta a la barbarie terrorista de una sociedad democrática y avanzada como la española", concluyó el Rey.

El Rey hizo un elogio de lo logrado por España "de forma solidaria" y abogó por conservar la "unidad y diversidad" que premiten seguir avanzando por ese camino dentro del mandato constitucional.

CLASES MEDIAS

En su discurso, hizo un reconocimiento expreso de "la envidiable trayectoria de crecimiento" económico del país y pidió a las distintas administraciones que "redoblen esfuerzos" para mejora la situación de muchos ciudadanos.

Se refería, no sólo a "la lucha contrala pobreza y la exclusión", sino también a medidas contra el desempleo, la carestía de la vivienda, los bajos salarios y las desigualdades sociales.

El monarca también hizo mención expresa de los problemas que generan las drogas, los accidente de tráfico y los malos tratos a las mujeres que "nos duelen e indignan profundamente".

También se refirió expresamente a la necesidad de controlar los contenidos televisivos en horario infantil y a la necesidad de "seguir elevando la calidad de le educación", puesta en entredicho tras la publicación del Informe Pisa.

Don Juan Carlos también mencionó a todos lo españoles que desarrollan misiones en el extranjero, reafirmó los lazos de "hermandad" con los pueblos iberoamericanos y los "vínculos" con los vecinos mediterráneos.

En un año en que el Rey ha sido objeto de críticas e incluso ha visto como se quemaban retratos suyos en Cataluña, dijo haber recibido "numerosas muestras de afecto personal e institucional hacia la Corona", que agradeció antes de reafirmar su compromiso de servicio a España.